lunes, 25 de mayo de 2009

4.4. LA PORFIRIA

En mi opinion LA PORFIRIA es la enfermedad que más características comparte con los vampiros [1] [2] [3], a pesar de que esta sea poco frecuente, lo que no explica la epidemia de vampiros durante siglos.
La porfiria eritropoyética congénita es la más indicada para tratar este tema, es una enfermedad de carácter hereditario, causada por una alteración genética en la actividad enzimática encargada de metabolizar las porfirinas.
El depósito de porfirinas en la piel produce una hipersensibilidad a ciertas radiaciones del espectro solar, causando la destrucción de células durante el contacto con la luz, manifestado mediante ampollas, enrojecimiento cutáneo, laceraciones que se infectan fácilmente, entre otros. El organismo en su intento por defenderse estimula el crecimiento de vello para proteger las zonas sensibles, característica que por ejemplo, el escritor Bram Stoker, incluye en su novela al describir por primera vez al conde Drácula.
Las heridas causadas por la luz solar van deformando la apariencia de quien padece la enfermedad, cuando estas se encuentran alrededor de la boca destruyen los labios, dejando los dientes al descubierto y causando la sensación de que estos son más grandes de lo normal (similar a los dientes del vampiros [1] [2] [3]). Con la acumulación de porfirinas los ojos pueden aparecer de color rojizo y en los dientes aparece la llamada eritrodoncia por el depósito porfirínico en la dentina.
los defectos en la producción de hemoglobina producen, que como ya mencione anteriormente explica la palidez de su piel; Antiguamente la terapéutica médica para las anemias incluía beber sangre de otros animales.
La intolerancia al ajo se explica desde sus características, recientemente algunos estudios sugieren que extractos del ajo producirían un bloqueo de la coagulación de la sangre al inhibir la agregación plaquetaria, el alquildisulfuro, elemento del ajo, podría destruir el grupo Hemo, todo lo cual podría aumentar el malestar de un paciente con porfiria causando una intolerancia.Este tipo de porfiria no trastorna, curiosamente, la sensación de bienestar del enfermo, aunque por el tipo de vida al que se encuentra sometido es frecuente que se alteren las facultades mentales, lo que podría explicar las obsesiones y crueldades que se atribuyen a los vampiros.

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