Toda historia tiene, por lo general, algo de veracidad, Para muchos, el verdadero Drácula fue Vlad Tepes [1] [2] [3], de quien no se saben muchas cosas con certeza, como su lugar de nacimiento, pero de el vamos a hablar más adelante.
La primera referencia histórica del vampiro se encuentra en la obra de Lucio Apuleyo, un escritor y filosofo romano, que vivió entre los años 125 y 180. Su novela El asno de oro cuenta la historia de dos hermanas malignas, Meroe y Panthia, que bebieron la sangre de un tal Sócrates
En Mesopotamia se invocaba a los dioses protectores para que acabaran con los Utuhu y a los Maskin, seres muy similares a los vampiros [1] [2] [3] que eran los culpables de las enfermedades y las pestes, por parte del pueblo.
Persia, donde se tiene el registro más antiguo que documenta la existencia de los vampiros [1] [2] [3], siendo esta un vaso con la imagen de un hombre luchando con una criatura que al parecer intenta succionar su sangre.
Más tarde en la misma Babilonia se creó el mito de lilitu o lilith, una mujer que se alimentaba de la sangre de niños y que al parecer era un ente demoniaco.
En el siglo XIV durante las pestes que asolaron las regiones centrales de Europa, como Prusia, Silesia y Bohemia se comenzó a creer que los vampiros [1] [2] [3] se levantaban de sus sepulcros para beber sangre y convertir a sus víctimas en otros miembros del clan.
Durante el siglo XIX, Joris-Karl Huysmans se autocalificó como un vampiro [1] [2] [3] auténtico en su novela La-Bas; También en esta época otra figura histórica llegó a ser asociada con el vampirismo: su nombre era Vlad Tepes Dracula, príncipe de Wallachia, un reino antiguo que ahora es parte de Rumania.
Vlad Tepes, más conocido como “Vlad el Empalador” por su extraña obsesión de empalar a sus víctimas alrededor de su castillo, fue el hijo de un caballero de la orden del Dragón, y se ganó el apodo de "Dracul", que en buen rumano quiere decir "diablo", Por lo que el heredo el honor de su padre y se comenzó a llamar Vlad Draculea (hijo de dracul). En el año de 1476 Vlad fue muerto y su cabeza fue colocada en una pica y exhibida durante un año en Constantinopla lugar al que fue llevada.
Otro personaje clacificado como vampiro [1] [2] [3] en su época fue Elizabeth Bathory, conocida como La Condesa Sangrienta; Elizabeth estudio magia negra, lo que la llebo a experimentar cosas realmente espantosas; esta aristócrata húngara fue acusada de secuestrar y torturar a numerosas jóvenes hasta su muerte con el objetivo de bañarse y de beber su sangre para preservar su juventud y belleza.
La historia de Bathory nutrió numerosas leyendas sobre el vampirismo e inspiró a varios escritores. El elevado nivel de sadismo de la condesa, sumado a la pobreza y al analfabetismo de la población de aquellos tiempos, contribuyó a la proliferación de las supersticiones acerca de los vampiros en Europa oriental y meridional.
Durante el romanticismo se publicaron los famosos textos El Vampiro y Varney el vampiro, escritos por John William Polidori y Prest y Rymer respectivamente.
Durante este tiempo Bram Stoker escribio la célebre novela Drácula, que durante siglos nos otorgaría el estereotipo del vampiro clásico.
La fantasía y el horror fueron elementos muy demandados en la prosa y la poesía de mitad del siglo XIX.
Durante el siglo XX, el inicio de la cinematografía marcó para siempre nuestra percepción de la imagen de los vampiros [1] [2] [3], gracias a la producción de filmes maravillosos transmitidos a través de la pantalla grande.
La primera película sobre vampiros fue filmada en el año 1922: se llamó Nosferatu, Eine Symphonie des Gauens (Nosferatu, una sinfonía de horrores).
Presentacion ppt por Bibiana Carvajal: Vlad Dracula
lunes, 25 de mayo de 2009
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