A lo largo del tiempo se han creado mitos y leyendas macabras, algunas basadas en historias reales, otras fundadas por la imaginación del hombre en su intento de darle explicación a lo paranormal; no todos creemos en ellas, sin embargo no podemos dejar de preguntarnos qué tan ciertas pudieron o pueden ser; la ciencia se ha encargado de desmitificar muchas de estas historias, encontrándoles argumentos lógicos a aquello que parecía no tener explicación, sin embargo aun hay muchos que ignoran estos descubrimientos y continúan preguntándose qué tan reales son las historias que perduran a través del tiempo.
Uno de los mitos más conocidos y temidos por muchas personas es el vampirismo, tratándose este como una posesión demoniaca que hace que un ente sobrenatural reviva de la muerte y dependa de la sangre de seres vivos para continuar “viviendo”.
A estos seres sobrenaturales se les atribuyen características como: La necesidad de sangre para vivir, no se reflejan en los espejos ni tienen sombra, tal vez como una manifestación de la carencia de un alma, no toleran el ajo, por su naturaleza demoniaca no soportan los símbolos cristianos, son vulnerables a la luz del sol, entre otras.
Como ya mencione muchos mitos tienen ahora explicaciones científicas y el vampirismo es uno de ellos; hoy en día se plantean diversas situaciones en las que se considera al vampirismo como una enfermedad. Como estudiante de medicina me intereso hacer una investigación sobre este fenómeno y a partir de esto concluir la mejor explicación del mismo; por lo tanto la pregunta que intente responder en este blog fue ¿existe argumento medico para el vampirismo?, la respuesta a este cuestionamiento la expondré a continuación, sin embargo es conveniente aclarar que es difícil sustentar todo acerca de esta narración, pues la historia ha sufrido muchas modificaciones a lo largo del tiempo, lo que ha hecho más ilusorio el mito como tal.
lunes, 25 de mayo de 2009
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